Le residuos alimentarios es un reto importante para el sector agroalimentario. Cada año se pierden toneladas de alimentos a lo largo de la cadena de producción y distribución, lo que se traduce en importantes pérdidas. pérdidas económicas y un impacto medioambiental considerable.
Para ayudar a productores y agricultores para comprender mejor y reducir estas pérdidas, la CTCPA (Centre Technique de la Conservation des Produits Agricoles), en colaboración con el’ADEPALE (Association des Entreprises de Produits Alimentaires Élaborés), ha elaborado una guía de diagnóstico sobre la pérdida y el desperdicio de alimentos. Este documento práctico ofrece claves metodológicas y soluciones adaptadas a las empresas del sector.
El CTCPA: un actor clave en la industria alimentaria
Le CTCPA es un organismo técnico reconocido por sus conocimientos en el ámbito de la conservación, de transformación y’optimización de procesos industria alimentaria. Ayuda a los productores a mejorar su rendimiento mediante estudios, formación y herramientas específicas.
Con el aumento de las exigencias normativas y sociales, reducir el desperdicio de alimentos se ha convertido en una prioridad. El CTCPA ayuda a las empresas a identificar los puntos críticos en los que se producen pérdidas y a aplicar medidas concretas para limitarlas.
Guía práctica para ayudar a los productores a reducir sus pérdidas
Ante los retos que plantean los residuos, es esencial disponer de un herramienta de diagnóstico estructurado. Este es el objetivo de la guía elaborada por el CTCPA y ADEPALE, que propone un enfoque metódico para cartografiar las pérdidas a lo largo del proceso de producción. línea de producción, Entre ellas, analizar las causas de las pérdidas de alimentos (exceso de producción, fallos de fabricación, problemas de almacenamiento, etc.), aplicar medidas correctoras adaptadas a las características específicas de cada empresa y gestionar mejor los excedentes fomentando el uso de productos "ecológicos". donación de alimentos o el reutilización de subproductos.
¿Por qué es esencial para productores y agricultores?
El desperdicio de alimentos no es sólo una cuestión ética o medioambiental: también representa un importante reto económico. Al reducir sus pérdidas, los productores pueden..:
- Mejorar su rentabilidad optimizar el uso de las materias primas.
- Reducir los costes de producción minimizar las existencias no vendidas y los residuos.
- Cumplir la normativa en vigor, en particular la ley AGEC, que impone obligaciones estrictas en la lucha contra el desperdicio de alimentos.
- Reforzar su imagen de marca con los consumidores, cada vez más conscientes de los compromisos de RSE de las empresas.
¿Cómo se establece un diagnóstico para limitar las pérdidas?
La guía del CTCPA propone un planteamiento en cuatro pasos para identificar y reducir las pérdidas de alimentos:
- Identificar las fuentes de pérdidas Analizar cada fase de la producción para determinar dónde se producen pérdidas (materias primas no utilizadas, productos no conformes desechados, excedentes de producción, productos que llegan demasiado rápido al final de su vida útil, etc.).
- Cuantificación y análisis de las pérdidas Este análisis permitirá comparar las pérdidas con la producción total, evaluar el impacto financiero de las pérdidas e identificar las principales causas (mala gestión de las existencias, productos deformados, etc.).
- Aplicar soluciones adecuadas El diagnóstico puede servir para poner en marcha acciones como la optimización de los procesos de producción, la mejora del almacenamiento y la logística, o la propuesta de nuevas soluciones. soluciones innovadoras, adaptándose al mismo tiempo a las realidades sobre el terreno.
- Sensibilización Reducir el desperdicio de alimentos también significa implicar a los empleados. La guía recomienda formar a los equipos para que realicen este diagnóstico sobre el terreno.
La lucha contra el desperdicio de alimentos es una cuestión clave para los productores, tanto en términos de económico que’medio ambiente y social. Gracias a la guía CTCPA y ADEPALE, las empresas disponen ahora de una valiosa herramienta para identificar sus pérdidas y optimizar su producción.
Al incorporar estas buenas prácticas, los productores pueden ser más competitivos, al tiempo que satisfacen las expectativas de los consumidores y los requisitos normativos. ¡Un paso más hacia una agricultura y una industria agroalimentaria más responsables!